Es una canción protesta y reivindicativa sobre los mandatarios de los países industrializado (que son los que concentran casi todo el poder) ante la actitud que han ido tomando a lo largo de la historia a cerca de la guerra y de los derechos de las personas.
Se critica la posición de los dirigentes ante los conflictos armados, ellos solo buscan colgarse medallas y ganar dinero por medio de intereses económicos. Consideran una guerra como una gran oportunidad de negocio tanto para la industria armamentística, como para las grandes constructoras que más tarde se encargaran de arreglar lo que su propio país a destruido. Parecen no importar las personas y mucho menos sus vidas, solo importa el dinero. Es muy fácil mandar a miles de jóvenes a luchar cuando se está protegido ante cualquier amenaza.
La canción se escribió en el año 1963 cuando el mundo se encontraba en plena Guerra Fría. Aunque la situación y actitud "de los que mandan" ha sido y es repetida en infinitud de momentos a lo largo del tiempo; un gran ejemplo que nos tocó de cerca fue cuando Jose María Aznar hizo que España entrara en conflicto apoyando la invasión de Irak.
"Se supone que es una canción pacifista contra la guerra. No es una canción contra la guerra. Es una canción en contra de lo que Eisenhower llamaba complejo industrial-militar. Ese ambiente estaba ahí, y yo lo capté." El propio Bob Dylan el día anterior a los atentados de las Torres Gemelas.
