El protagonista es un hombre que desde pequeño era apasionado por los
animales y muy sensible, un hombre de carácter dócil y bondadoso. Se casó muy joven con una mujer que compartía sus
mismos sentimientos por los animales. Entre ellos destacaba por encima de todos
un gato negro de nombre Plutón, el cual era su favorito, siguiéndole a todas
partes mostrándole su cariño. Con el paso de los años
cambió su carácter, pasando a ser una persona malhumorado y violento,
a causa del alcohol. Cada día sentía más odio y rencor hacía aquello que antes
amaba. Maltrataba a su esposa y animales, excepto al gato que le tenía un
enorme respeto. Sus animales notaban este cambio y poco a poco se alejaban de
él, ya no le mostraban tanto afecto como tiempo atrás y evitaban su presencia.
Una
noche en la que llegó a casa borracho agarro al gato, quien para
defenderse le mordió. Con furia, usando con un corta plumas le sacó un ojo
al pobre Plutón. A los días el gato mejoró, pero huía cuando se
acercaba el amo, hasta que una mañana lo ahorcó en la rama de
un árbol. Esa misma noche toda la casa ardió a
causa de un incendio. Toda excepto una pared donde apareció gravado
bajorrelieve la figura de un gato, con una cuerda en el cuello. Esto
le provocó fuertes remordimientos.
Viendo
esto como un aviso, trato de encontrar otro gato igual a Plutón. Hasta que un
día en la taberna, medio borracho vio un gato negro parecido, solo que tenía
una mancha blanca en el pecho, se lo llevo a la casa y al día
siguiente descubrió que al igual que a su antigua mascota, le faltaba un
ojo. Empezó a tener antipatía hacia el animal, que se había
convertido en el favorito de su mujer. Con el pasar de los días la mancha banca
del pecho fue cambiando sin que nadie lo percibiera, hasta que mostró una
imagen precisa del patíbulo.
Un
día mientras bajaba al sótano, el gato casi lo hace caer por las escaleras,
lleno de furia el agarró un hacha con la intención de matarlo, pero su esposa
se interpuso para impedírselo y acabó hundiéndole el hacha a ella en
la cabeza. Viendo que estaba muerta decidió ocultar el cuerpo
en una de las paredes del sótano. A partir de ese momento, para su
tranquilidad, el gato desapareció y todo se volvió paz a su alrededor a pesar
del crimen que acababa de cometer.
La policía
investigando la desaparición de la mujer, registró la casa sin encontrar nada
sospechoso. Él estaba muy tranquilo y cuando los policías ya se marchaban, les
dijo que la casa estaba muy bien construida, que las paredes son bien
solidadas, golpeando la pared donde estaba el cadáver. Comenzó
en ese momento a escucharse un fuerte e insistente aullido. Los policías
se dirigieron a la pared, la derribaron y allí estaba
el cadáver, y sobre la cabeza estaba el gato.
Esta
es la historia de un hombre, que por culpa del alcohol cambia su personalidad y
es capaz de cometer los actos más atroces. Al principio es bondadoso y quiere a
los animales y a su mujer, pero se vuelve perverso, maleducado, irritable y violento.
Vemos como por culpa del alcohol se produce la degradación de su personalidad, hasta
el punto en el que deja de ser el mismo y odia todo lo que representa
su vida pasada. Su locura progresiva se refleja en su relación con Plutón. El alcoholismo
le lleva a disfrutar con la perversidad, la atracción del mal, y a gozar con el
dolor de su mejor amigo. Primero le arranca un ojo, para más tarde lo ahórcarlo.
Plutón es, indirectamente, el causante de toda la paranoia que sufre.
El
hombre está aterrorizado por sus actos y no se siente orgulloso de los mismos,
es por eso que está buscando el perdón en vísperas de su muerte, posiblemente
será ejecutado. “Mañana puedo morir y quisiera alivia la carga de mi espíritu”.
En
este relato se ve reflejado uno de los problemas sociales más acuciantes: el
alcoholismo. Aparte de las de las consecuencias físicas al organismo, conlleva
otras de carácter psicológico y de trastorno de la personalidad. Entre los
síntomas más características en el alcohólico destacan: mayor inmadurez,
dependencia emocional, inseguridad, conductas temerarias, chantajes
emocionales, baja tolerancia a la frustración, complejo de inferioridad,
hostilidad, celos, fanfarronerías, complejo de culpabilidad, ideas y tentativas
de suicidio, deterioro intelectual, pérdida de autocrítica, desequilibrio
emocional, sensiblería, distorsión en el área sexual, excesos sexuales,
impotencia temporal, pérdida progresiva de los intereses vitales, conductas
extravagantes, trastornos de la personalidad, angustia, ideas delirantes, etc. Son
muchas las personas que caen víctimas de esta “enfermedad”, la mayoría ya
afectadas por ansiedad, tristeza, soledad o baja autoestima, personas que usan
el alcohol para huir de estas afecciones y que erróneamente creen encontrar en
una botella la solución a sus problemas.
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