jueves, 27 de febrero de 2014

En busca de la felicidad


“Lo que de verdad suscitó mi interés es el intento
 desesperado del personaje por sobrevivir, y lo más
 importante para él era proteger a su hijo….
Se trata de un verdadero viaje familiar,
un periplo desesperado, y por desgracia real, 
que se convierte en heroico simplemente porque
 toca muchísimos valores universales”. (Gabriele Muccino)


Es una película basada en hechos reales. La historia se inicia en San Francisco en 1981 y describe una etapa de  la vida de Chris Gardner.

Yendo en autobús
“Conocí a mi padre cuando yo tenía 28 años. Me prometí que cuando tuviera hijos, éstos sabrían quién era su padre”
Chris vive con su esposa Linda y su hijo Christopher de cinco años en una vivienda de alquiler. Se muestra desde el inicio todos los problemas de la familia, asumidas de forma conjunta por el matrimonio. Linda trabaja en una lavandería y Chris como vendedor ambulante de escáneres de densidad ósea, negocio en el que invirtió todos sus ahorros. Chris sueña con un cambio de empleo como fuente de desarrollo personal y de solución a los problemas económicos. Las tensiones entre la pareja aumentan porque Linda no cree en Chris y lo culpa de todo lo que les está ocurriendo.

Haciendo el idiota
 -“Dígame: ¿qué es lo que hace y cómo lo hace?”  Le pregunta Chris a un hombre con un gran coche y es a partir de ahí cuando decide que su vida ha de dar un giro y cambiar todo por completo para ser feliz. Para él, la felicidad se traduce en ver a su hijo feliz y llevar una vida tranquila.
Su meta es ahora conseguir un puesto de trabajo como bróker. Para ello hace todo lo posible para poder entregar el currículum al jefe de recursos humanos de la empresa. Es durante esta parte cuando pierde dos escáneres, uno robado por una hippie y otro en el metro.
“Aún recuerdo aquel momento. Todos me parecían tan puñeteramente felices. ¿Por qué yo no podía ser así?”.

Corriendo
La relación de la pareja continua empeorándose y al final ella lo da todo por perdido y opta por marcharse a Nueva York  ante una promesa de trabajo abandonando a su esposo e hijo. Así es como Chris queda como único responsable de su hijo conciliando su trabajo con el cuidado de su hijo. 
Todo va de mal en peor, tienen que dejar el piso donde viven y marcharse a un motel, del que también los echan por no poder pagar acabando en centros de acogida, estaciones de metro y baños públicos para pasar la noche. A pesar de las adversidades y malas experiencias, Chris no pierde nunca el ánimo y la esperanza.
Tras sorprender al jefe de recursos humanos solucionando el cubo de Rubick, consigue una entrevista para poder entrar en el programa de formación de la empresa. Sólo veinte podían realizar el curso y sólo uno de ellos sería el elegido para conseguir el trabajo.
Chris corre a lo largo de toda la película, para recoger a su hijo, para ir hospital en hospital vendiendo los escáneres, detrás de autobuses, hacia el metro, para llegar a tiempo a albergue…


De prácticas
Finalmente, Chris es uno de los escogidos para las prácticas. Durante esta etapa aprovecha cualquier tiempo posible para estudiar y poder superarlas siendo el mejor. Aunque al principio se siente menospreciado por su jefe quien le pide cosas como que le traiga un café, le busque un donut o que le aparque el coche bien, él nunca pierde la esperanza y la ilusión y sigue dedicando todos sus esfuerzos en conseguir su objetivo. Chris nunca deja de lado a su hijo y continúa animándolo en todo momento procurando que sea feliz.
Conoce a un posible cliente, quien le invita a un partido de fútbol americano, escenario que le propicia relacionarse con gente que más tarde se convertirían en clientes.
Todo parece ir mejor, vende todos los escáneres que le quedaban, incluso uno que había estropeado y que el mismo reparó donando sangre para poder comprar los repuestos necesarios.



Pagando impuestos
Cuando había salido un poco a flote, le llega otro mazazo. Ha de pagar unos impuestos que hacen que su cuenta corriente se quede prácticamente a cero. Chris tiene un momento de flaqueza y parece rendirse, pero no lo hace. Saca todos sus fuerzas y continua estudiando y trabajando, todo por su hijo.

Felicidad
Él la describe como un pequeño momento de felicidad, cuando le comunican que es el seleccionado para el puesto de trabajo. Puso todos sus esfuerzos en conseguir un objetivo y finalmente lo ha logrado.
–¿Ha sido tan fácil como ha parecido?
–No señor, no lo ha sido.



Personajes
Chris Gardner es un hombre de grandes sentimientos, con carácter, a pesar de pasar por situaciones que lo llevan a un estado de estrés, consigue sobreponerse y no dejarse caer. Siempre mantuvo en su cabeza la meta de superarse y salir adelante. Tiene una gran seguridad,   alta autoestima, y perseverancia. Otra persona hubiera caído en una depresión, en el alcohol o incluso en el suicidio. Demuestra no dejarse vencer por la situación económica, el abandono de su mujer y las penurias que tuvo que vivir junto con su hijo. Su lucha era por él y, sobretodo, por su hijo. Nos da un ejemplo de como la constancia de que todo tiene solución, creyendo en sí mismo y en sus actitudes. Y estos mensajes son los que daba a su hijo que vivió a su lado esta etapa de su vida. Nunca deja de ser un padre cariñoso, educador y cercano.
Linda muestra una cara totalmente contraria. Es débil y tiende a ver lo negativo. No se muestra como un apoyo a las esperanzas de Chris y tampoco demostró ser una madre  que lucha por el bien de su hijo. Acusa a su esposo de ser el culpable de la situación económica familiar. Es incapacidad de soportar la situación, por lo que se evade de sus responsabilidades y abandona a su familia.


“Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo, vale? 
Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo, ve por ello y punto” .




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